La llegada de Tobe y la reaparición de Carlos García claves en la 2ª fase

Finaliza el año 2018, es tiempo de hacer balance y de pedirle a 2019 que sea un gran año de baloncesto en Córdoba.

El final del curso pasado no fue del todo bueno para el equipo en la Liga EBA que apenas consiguió ganar 5 partidos en el final de la temporada 2017-18, ocupando el 7º puesto del grupo de ascenso a LEB Plata del Grupo D-B en el que consiguió meterse in extremis. Un equipo que se había conformado para aspirar a cotas mayores.

Tras un verano de cambios en la dirección del banquillo y de confirmación de los apoyos económicos necesarios para seguir representando al baloncesto cordobés en la Federación Española de Baloncesto, ahora bajo la denominación de Muser Auto y teniendo a Jesús Lázaro como primer entrenador, el CD Cordobasket afrontaba su tercera temporada como máximo exponente de Córdoba y provincia.

No ha sido una pretemporada fácil. Lesiones de larga duración, intervenciones quirúrgicas, retraso en el fichaje y llegada de los refuerzos foráneos, dificultades en las renovaciones… que llevaron al equipo a disputar la final de la Copa Diputación, y el partido de presentación apenas con una semana de antelación al inicio de la temporada 2018-19, con solamente 5 jugadores séniors y plagado de júniors.

Con la llegada de la pareja norteamericana, la renovación del capitán y un calendario de competición benevolente, el equipo se sobrepuso a todo gracias al buen hacer del staff técnico y la entrega de los jugadores, y se colocó desde el primer momento entre los cinco primeros del grupo que dan acceso a jugar la Fase de Ascenso. Pero en el transcurso, además de las bajas médicas, se marchó el pívot norteamericano Carlton Allen y posteriormente Ángel Vázquez, dos de los puntuales del Muser Auto, algo que el equipo ha acusado en los enfrentamientos con los equipos de la zona alta, a los que no ha conseguido ganar y que dificultaría el desarrollo de la hipotética segunda fase por el Título del Grupo D-B.

El Muser Auto cierra así el año 2018 en quinta posición, con balance positivo de 7 partidos ganados y 5 perdidos, con Kai Randolph encabezando el ránking de anotadores del Grupo D-B, con cierto margen con respecto a 6º y 7º clasificados, teniendo partidos clave en casa para confirmar esta posición, pero complicadas visitas ante los equipos delanteros para sumar victorias de cara a la segunda fase, algo que se antoja vital para tener opciones de ascenso al final de temporada.

El sobre esfuerzo realizado por los jugadores lesionados (Joselito, José A. Moreno y Rafa Blanco) que tuvieron que acelerar su puesta a punto gracias a su implicación y al trabajo del multidisciplinar equipo médico, que ya ultima la puesta a punto de Carlos García, y la llegada del pívot nigeriano Tobe Okafor, abre un nuevo horizonte para el equipo en 2019 en el que el equipo debe dar su verdadera medida como aspirante a tener un papel protagonista: 17 jornadas por delante, una vez superadas todas las adversidades, para calibrar de qué pasta están hechos estos jugadores y si es un equipo con aspiraciones de LEB Plata. Un equipo formado finalmente por 2 extranjeros y 10 cordobeses que representan a la prolífica cantera de equipos locales, por 6 renovaciones, 1 reincorporación, 4 incorporaciones y 1 hueco para jugadores de los equipos de base que han ocupado algunos júniors y el cadete Rafa Santos.

El Club, gracias a la participación de abonados, instituciones públicas, patronos y socios colaboradores, pone todos sus recursos a disposición del equipo, además del trabajo incansable y abnegado de un colectivo de voluntarios que cree en lo que el equipo y el propio Club proyectan, buen basket… y +qBasket… algo que tal labor retroalimenta. A todos ellos, nuestro agradecimiento por seguir haciendo esto posible… en realidad, y como la Navidad, un verdadero milagro.

Aspiraciones y deseos futuros para 2019. Un año, esperemos, lleno de grandes momentos de baloncesto en Vista Alegre para el Muser Auto y para toda la afición cordobesa de este maravilloso deporte, y que de ello se hagan eco los medios de comunicación, tan importantes en la visibilidad de los proyectos deportivos para hacerlos viables.

Feliz Navidad y un Próspero Año 2019 en lo personal, profesional y deportivo para toda la familia del baloncesto cordobés.