Me incorporé a este equipo con la pretemporada comenzada, conocía a los jugadores como espectador, pero no los había entrenado. La toma de contacto debía ser rápida por la premura de tiempo, dos jugadores importantes fueron reclamados por el equipo de segundo año. A su vez se incorporó J.C., jugador de segundo año sin experiencia federada, pero con muchas ganas de mejorar, y que terminó aportando muchísimo al equipo.

La plantilla se cerró en 12 jugadores, pero con el paso de las jornadas fueron apareciendo infantiles que subían con muchas ganas, y a los que se les fue dando minutos para que complementaran su formación en una categoría superior.

No tuvimos un buen comienzo competitivo, nos faltaba mejorar y sobre todo creer en nuestras opciones en los partidos asequibles, mientras que rendíamos especialmente bien con los equipos más potentes.

Los entrenamientos fueron dando frutos, y el acoplamiento del grupo con el entrenador fue mejorando, pero la lesión de Javi nos hizo un poco de mella, más algunas ausencias puntuales en partidos disputados hizo que se escapase la primera victoria varias veces. Finalmente llegó, y si bien este año no era para pelear arriba en la clasificación, sí que necesitábamos un aliciente competitivo para nuestra motivación.
A partir de ahí empezamos a disputar más partidos, y los infantiles aportaban cada vez más al equipo, por lo que, de no haber tenido mala fortuna en dos finales consecutivos de infarto, el equipo habría estado más arriba.

Al final las victorias llegaron, justo antes del parón, que nos pilló en nuestro mejor momento.

Ha sido un año gratificante, algo arduo en lo competitivo y a veces ha costado que entendieran el cambio de juego inherente al cambio de categoría y entrenador, pero finalmente creo que se ha hecho un baloncesto más que digno.

Quiero agradecer especialmente a Miguel Viñuela su gran dedicación como padre delegado, que nos ha mantenido siempre atendidos y especialmente motivados en los momentos más aciagos.

Y gracias a Mario Serrano por su colaboración con la preparación física, para mantener el tono adecuado para el desarrollo del juego que buscaba.

por Jorge Montero.