Reto superado. Así es como titulo yo la temporada del Burger King Cordobasket Júnior.

Un equipo casi al completo de primer año, a excepción de Jaime Romano y Carlos Del Río.

El primer objetivo era reunir un bloque de jugadores, tras las numerosas bajas respecto al año anterior. Las incorporaciones de Lorenzo, Carlos y Álvaro (iban a disfrutar de su primera experiencia en baloncesto federado) dejó en 9 finalmente la cifra de muchachos que cerraba el equipo.

Una temporada que arranca muy bien, un gran trabajo desde aquel caluroso 21 de agosto en el colegio Almedina que nos permitió adentrarnos en la competición como un bloque sólido y preparado para esta nueva categoría.

Comenzamos en el mes de octubre consiguiendo dos victorias que a la postre serían claves en la clasificación final, en la difícil pista de Pozoblanco y frente a UCB en casa. Sin embargo, comienzan los problemas, Lorenzo se lesiona de gravedad, diciendo adiós a la temporada y quedándonos con 8 jugadores Júniors.

Seguidamente en la visita a la siempre difícil pista del Colegio Virgen del Carmen llega nuestro primer y único tropiezo de la primera vuelta. Un partido donde solo dimos cuenta de nuestro juego en momentos esporádicos.

Tras esa derrota, el equipo se rehace y termina la primera vuelta consiguiendo dos importantes victorias, frente a Cuidad de Córdoba en la UCO y Maristas, en el que bajó mi punto de vista, considero mejor partido que se ha disputado en esta liga Júnior (de los que yo he podido disfrutar).

En navidad continuamos nuestro trabajo, con muy buena dinámica, enfrentándonos a Pozoblanco en los primeros días de enero y consiguiendo una importante victoria. Pero es en ese partido donde todo termina de complicarse. Nuestro capitán y pieza fundamental en el engranaje del equipo, David Pino, cae lesionado, despidiéndose prácticamente de la temporada. Un factor que no solo afectó en nuestro juego, sino también al estado anímico y al día a día del equipo, quedando solo con 7 componentes disponibles.

Pocos días más tarde sufrimos la peor derrota de la temporada, en la difícil pista de UCB. Esto iba a suponer, tener que volver a rehacernos una vez más.

Continuamos la temporada, cosechando una gran victoria en casa frente al Colegio Virgen del Carmen donde nos aseguramos la segunda plaza de liga. Pero esa situación que pudo llevarnos a cierta relajación, sumada a las dificultades ya conocidas, nos hace caer frente a Ciudad de Córdoba y Maristas en las últimas jornadas, finalizando en segunda posición de la clasificación con un balance de 12-4.

Destacar que durante toda la temporada hemos podido contar con jugadores cadetes de nuestro club, donde 10 de los 12 cadetes (a excepción de los 2 de primer año) han disputado varios partidos de la liga Junior, reforzando el hecho de ser el equipo más joven de la liga. Ambos equipos han formado un bloque común durante toda la temporada. Bravo.

Para continuar, y más allá de lo deportivo, donde ya hemos visto con anterioridad la gran temporada realizada por el equipo, un año tan difícil como provechoso. No me cabe duda que tanto para mí como para los chicos son multitud de aprendizajes los que nos llevamos.

Me gustaría destacar una figura fundamental en todo este proceso, mi primo y entrenador ayudante del equipo, Jose Rafael, convertido en un jugador más de lunes a viernes, gracias.

Por otro lado, mención especial a nuestro Adrián, encargado de la preparación física del equipo a través del crossfit, sencillamente, una pasada.

Por último, agradecer también a todos los que han pasado por la pista de Almedina para completar entrenamientos, la lista es interminable.

Finalmente me gustaría dedicar unas palabras a “mis muchachos”.

  • Rubén Montero: una mente privilegiada, y como todo lo especial, la dificultad que esto conlleva. En el momento que consigues conectar con él, puedes sentarte y disfrutar. Disfruta cada momento que estés en la pista.
  • Alex Rubio: mi “playmaker”, tiene esa magia tan difícil de encontrar. Cree siempre en tus posibilidades, es el primer paso para acercarte a conseguirlo.
  • Carlos Del Río: “el reencuentro”, una de mis mayores motivaciones, poder disfrutarte tantos años después en una pista. Dedicación y entrega al servicio del equipo. Fundamental.
  • Lorenzo: poco fue lo que pudimos disfrutar de ti dentro de la pista, pero sin duda, tuvimos la suerte de encontrarte. Volveremos.
  • Miguel: el alma del equipo, su estado se transfiere a los demás. Desde la defensa es capaz de levantarte un banquillo. Uno de esos jugadores que entrenas más con el corazón que con la cabeza.
  • Jaime Romano: nos volvíamos a encontrar. Pilar fundamental en el equipo, su presencia en el rebote y acierto desde la línea de 3 lo hacían clave. Recuerda siempre la cultura del esfuerzo.
  • Álvaro Alcantara: el descubrimiento, no se ahorrará jamás un esfuerzo por su equipo. Lo tendría siempre en mi equipo. Sigue progresando y recuerda “un Alcántara jamás perdona un triple”.
  • David Fernández: el modelo, no solo por ser portada en el equipo de guapos, sino por ser ejemplo de trabajo y sacrificio. Eso unido al talento que trae de serie, lo hace uno de los jugadores con más progresión de esta liga.
  • David Pino: “oh capitán, mi capitán” ya lo hablamos en su día, el corazón de este equipo. Ese golpe nos dolió a todos. Un seguro de vida en la pista, el rey de lo que no se ve. Volverás a disfrutar de esta “crew” y de este deporte que tanto te llena.

Hacer mención finalmente a la última pieza del puzzle, las familias. Gracias a todos por vuestra disposición para que todos hayamos podido disfrutar de esta temporada. Reto superado.

Os adentráis en un año muy bonito, el último de vuestra etapa formativa, vívanlo y disfrútenlo codo con codo, un equipo de baloncesto, un grupo de amigos. Nos volveremos a encontrar. Un abrazo.

Fran Dorado.