Nunca había tenido el Club un equipo femenino en la categoría Baby. Nuestro presidente quería que las niñas hicieran equipo desde su entrada en el  Club. Así surgió esta pequeña aventura en que se ha convertido nuestra temporada 2018-2019.

No fueron fáciles los inicios, suele ocurrir en materias que valen la pena. Eran pocas las niñas que teníamos en el Club menores de 7 años, pero el destino o la suerte en este caso nos permitió contar con 12 chicas desde el comienzo, 12 chicas que se convertirían, una vez inscritas, en el único equipo femenino federado en categoría BABY en la provincia de Córdoba.

Desde los entrenamientos ya se vislumbraba la ilusión de unas chicas por el juego, por la convivencia, por la complicidad, por el hecho de pertenecer a un equipo del que cada una se sentía parte fundamental y a la que se echaba de menos si faltaba.

Este inicio al baloncesto, a nuestro deporte, es una etapa frágil, en el que importan los detalles, los pequeños avances y donde el entorno juega un papel decisivo. Nuestras niñas consiguieron crear equipo desde el primer momento, llenando de risas la cancha, prestando consuelo ante golpes o fallos y animando, y de qué manera, en el acierto.

Partidos los ha habido muy distintos, tanto en juego como en sensaciones. Peñarroya y UBI Concordia, equipos con similar nivel físico al nuestro, nos permitieron disfrutar del juego, plasmar la mejora individual y colectiva entre los partidos de primera y segunda vuelta. La superioridad física de los chicos de nuestro Club y los de Ciudad de Córdoba, más fuertes y veloces, evidenció aún con mayor intensidad la evolución de las niñas, valientes, sin perder la cara a un rival que a veces les doblaba en peso y altura. Ciertamente, unas campeonas.

La garra de Aroha, la velocidad de nuestra torre Alba, el tesón y el canastón de Peñarroya de nuestra ganadora de KO´s Esther, la templanza en el manejo de balón de Miriam, las fulgurantes entradas a canasta de Elsa, los regates de Martina Gómez, los costa a costa de nuestra líder Martina Pardo, la formidable evolución de María Elena, la sonrisa y valentía de María, el coraje de Elena, la pillería en el robo de balón de Ángela y la rocosidad y tino de Noelia son algunas delas huellas que nos han dejado durante estos meses las chicas del Alsara Cordobasket Baby Femenino 2018-2019.

Ya son un equipo, que no es decir poco. Un grupo de amigas, dentro y fuera de las canchas, que seguirán creciendo en nuestro club y en nuestro deporte y que no dan por terminada su temporada. Hasta final de curso seguirán entrenando y disputando partidos contra rivales amigos que les permitirán disfrutar de su mayor pasión: jugar a baloncesto y hacerlo juntas.